Humane AI Pin: Un Prototipo Adelantado a su Tiempo que Enfrenta Devoluciones Masivas
El dispositivo AI Pin de Humane está devolviendo más unidades de las que vende, enfrentando críticas por su falta de funcionalidad. Sin embargo, la compañía busca estabilizarse para ofrecer futuras innovaciones.
El AI Pin de Humane, que prometía ser una revolución tecnológica al combinar inteligencia artificial y portabilidad, ha experimentado un camino lleno de desafíos. Este dispositivo innovador, lanzado en abril de 2024 con un precio inicial de 699 dólares, tenía la ambiciosa meta de reemplazar al smartphone mediante control por voz y la proyección de una pantalla sobre cualquier superficie. Sin embargo, desde su lanzamiento, más unidades se han devuelto que las que han sido retenidas por los usuarios, lo que ha generado dudas sobre su viabilidad a largo plazo.
Entre mayo y agosto de este año, Humane vendió menos de 20,000 unidades del AI Pin, de las cuales más de 8,000 fueron devueltas. Esto ha puesto a la compañía en una situación complicada, enfrentando críticas tanto de los usuarios como de expertos de la industria. La reseña más dura provino de figuras influyentes como Marques Brownlee, quien no dudó en calificar al AI Pin como "el peor producto que he probado", y David Pierce, quien simplemente señaló que "no funciona".
Uno de los principales problemas que enfrenta el AI Pin es su falta de funcionalidad concreta en comparación con el smartphone, que se ha convertido en una extensión indispensable de la vida cotidiana. A pesar de su innovación, el AI Pin ha sido criticado por no ofrecer una experiencia suficientemente convincente para que los usuarios den el salto desde sus dispositivos actuales. Además, el dispositivo requiere una suscripción mensual adicional, lo que aumenta su costo total y lo hace menos atractivo.
A lo anterior se suma un problema técnico significativo: los acuerdos de distribución en Estados Unidos, especialmente con T-Mobile, complican la reventa del dispositivo una vez devuelto. Una vez que el AI Pin es registrado en la red de T-Mobile, no puede ser reasignado a otro cliente, lo que convierte al dispositivo devuelto en potencial basura electrónica, un problema que Humane aún no ha resuelto.
A pesar de estas dificultades, Humane no se da por vencido. En palabras de su portavoz, Zoc Cuccias, la empresa continúa ajustando el dispositivo con actualizaciones de software basadas en los comentarios de los usuarios, y sigue enfocada en desarrollar una segunda generación más robusta. Además, Humane cuenta con el respaldo de inversores de alto perfil como Sam Altman de OpenAI y Marc Benioff de Salesforce, lo que les da una esperanza de futuro. La empresa se mantiene firme en su visión de "desbloquear una nueva era de computación ambiental y contextual", y ha realizado cambios importantes en su equipo ejecutivo y de ingeniería, con fichajes de alto nivel en Silicon Valley.
Aún queda por ver si el AI Pin, con su ambiciosa propuesta de eliminar el smartphone, logrará finalmente encontrar su lugar en el mercado. Mientras tanto, Humane parece decidida a aprender de sus errores y a seguir adelante con nuevas actualizaciones y, posiblemente, una nueva versión del dispositivo que logre cumplir con las altas expectativas.